Entrevista al Lcdo. Pedro Rodríguez

Por: Ashley Maldonado Gerena

El ensayo tiene el propósito de recopilar memorias de utuadeños que en cierto grado conocen el historial de la finca donde radica la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Utuado. La finca de 118 cuerdas es uno de los yacimientos arqueológicos más grandes de nuestro país. No obstante, el yacimiento arqueológico no fue conservado, ya que parte esencial de la política al momento de la construcción de la Universidad era culminar el proyecto de la construcción del Recinto de Utuado a pesar que la ley 75 según enmendada lo prohibía. La ley 75 según enmendada el 24 de junio de 1975 asigna a la Junta de Planificación la responsabilidad de guiar el desarrollo integral de modo que fomente en la mejor forma: la salud, el orden, la prosperidad, la defensa, la cultura, la solidez económica y el bienestar general de los actuales y futuros habitantes del país. Según la ley es mandatorio asegurarse que el terreno no fomente la cultura para entonces poder construir sobre él. Aunque es menester comentar que la ley establece que si la construcción es para un bien inmediato y futuro se podría construir sobre el terreno. A mi juicio y a pesar de lo contradictorio que resulta la ley cuando el gobierno tomó la decisión de construir el Recinto de Utuado sobre la finca constituyó un crimen.

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Entrada de la Universidad de Puerto Rico en Utuado

Incluso, cuando en 1988 se enmendó la ley 112 sobre conservación de yacimientos arqueológicos, dándole mayor vigor jurídico a los yacimientos arqueológicos, la construcción del colegio se había iniciado en 1985. Además de la ley 112, que busca conservar los yacimientos arqueológicos en Puerto Rico, el Dr. Reniel Rodríguez, arqueólogo de nuestro recinto, lleva tiempo trabajando las áreas de mayor concentración de artefactos en la Universidad. Por otro lado, la Dra. Sandra Enríquez, profesora de Historia de Puerto Rico, en unión al Dr. Rodríguez se dieron a la tarea de buscar información y evidencia para inmortalizar memorias que nos ayuden a entender más a fondo la razón de la construcción del Recinto de Utuado sobre el yacimiento arqueológico.

El entrevistado fue el Lcdo. Pedro Rodríguez, quien fue referido como historiador por el Sr. Ortiz, ex alcalde de Utuado. El licenciado informó que, en la finca, además de constituir un hato para el ganado, se sembró café. En el 1949 se organizó el centro de investigaciones arqueológicas de la Universidad de Puerto Rico, bajo el mando del Dr. Ricardo Alegría. Además, el licenciado aseguró que durante la excavación para la construcción del Recinto de Utuado se obtuvieron artefactos de valor histórico, pero los volvieron a colocar en su lugar y rellenaron con tierra. El presunto arqueólogo encargado respondía al nombre de Jorge Luis Aguilar. Y según el licenciado, esta acción, además de los constructores apropiarse de algunas de las piezas arqueológicas, perjudicó la investigación que pudiera realizarse sobre el origen y autenticidad de las piezas con valor arqueológico. Este yacimiento se le conoce como Salto Arriba y fue descubierto en 1903. Finalmente, para el licenciado la acción del gobierno y los constructores constituyó un saqueo.

Mi opinión es que se perdió la oportunidad de aprender y conocer más sobre nuestra historia para autorizar la construcción del Recinto de Utuado sobre un yacimiento arqueológico. Por otro lado, la información obtenida para el presente escrito me motiva a pregonar a no quedarnos con los brazos cruzados mientras unos puertorriqueños por su avaricia o cualquier otra razón, destruye nuestro acervo cultural. Además, espero que el presente escrito estimule a muchos otros puertorriqueños a realizar trabajos de investigación para conocer y entender nuestra historia. Por último, espero que la información suministrada en el presente escrito sirva para los compañeros de clase, para los componentes del Recinto de Utuado y para el resto de la sociedad puertorriqueña.

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